Este libro de Brandon Sanderson la verdad es que me ha desconcertado un poco. Por un lado, el sistema de magia es muy original. El mundo es peculiar, incluso hay una extraña iglesia mezcla de algún tipo de cristianismo y rithmática. Sin embargo, los personajes no me decían gran cosa. Daba la sensación de ser, más que un libro juvenil, un libro adulto descafeinado. Muy descafeinado.
Sin embargo, los acontecimientos narrados al final del libro hacen que tenga ganas de leer la siguiente entrega. Es al final cuando los protagonistas emocionan de verdad, cuando se descubren (o se dejan entrever) los temas que se desarrollarán en sucesivos libros. Y me gustará ver a qué llevan.