Lo que encontré bajo el sofá

El relato intenta ser un espejo de una ciudad, Toledo en éste caso, estructurado sobre 3 historias base interrelacionadas. Funciona bien el "esqueleto" de la historia, con momentos más o menos interesantes, pero siempre manteniendo la intriga y el querer saber más, con lo que se lee muy bien. Es la función "espejo" la que me chirría más, es una parte donde el autor quiere reflejar el malestar social sobre temas de política, corrupción, malos tratos, etc., con microhistorias que entran demasiado forzadas a lo largo de toda la narración y no se integran adecuadamente, además que suenan demasiado a oído en la calle, es como un eco tan repetido, que por un lado merece ser dicho, pero que al ser tan oído, resulta demasiado falso y "pegado" en la historia.

Hace mucho que no leía algo que tuviera el efecto que ha causado en mi esta novela, que causará en todo el que la lea, porque esta novela no cuenta solo una historia sino un tipo de comunicación, una vía en la que manifestarse y lograr que te identifiques de lleno, totalmente en cada una de sus palabras y hasta sentir la necesidad de compadecer a la sociedad de que no existen personas así en la vida real, capaces de cambiar el mundo y al mismo tiempo destruirlo en un instante.
Sea lo que sea esta novela debería ser siempre recomendada, a sensibles de mente y a duros de mollera. Siempre.
No añado más porque yo también sé guardar secretos ;-)

Al igual que "El bolígrafo de gel verde" este libro me ha encantado. Cuenta historias cotidianas, de amor, de los tiempos de crisis que vivimos, nos enseña los rincones de Toledo, sus secretos,... y todo ello de una manera muy amena y fácil de leer.