Como dice su nombre lo que sientes mientras lees la maravillosa primera novela de Pedro Simón es un derrumbe. Derrumbe del muro emocional y que casi te obliga a empatizar con los pobres desgraciados que protagonizan esta novela.
Tengo que reconocer que estoy sorprendida por la prosa del autor. Carece de ornamentos, tiene unas parcas descripciones físicas y emocionales y un lenguaje sencillo y fluido. Pero es increíblemente real y, sobre todo, brutal y descarnada. Pedro Simón no te esconde nada, pero tampoco te lo endulza. Ha escrito una especie de tragedia de la vida moderna, un retrato de los más desfavorecidos de la crisis, que como cientos o miles de ellos, conforman el panorama obrero y social de este país al que antes llamamos España.
Todas y cada una de las historias son dramáticas. Y sus protagonistas muy reales. Cada uno de ellos pertenece a un espectro social distinto dentro del mundo, la sociedad y el paro. La entrevista de trabajo es el hilo conductor que les une con el Director de Recursos Humanos, individuo que pertenece a otra franja de españoles distintos a los primeros. A lo largo de poco más de 300 páginas vamos conociendo la vida de cada uno de ellos. Nos cuentan sus éxitos y fracasos; sus logros y miserias. Pedro Simón disecciona cada una de sus vidas trágicas y desesperadas. Pero a diferencia de otros dramas, aquí no hay un "todo de arreglará". No existe esa visión final esperanzadora de alcanzar la meta después del esfuerzo. Quizás por eso la lectura de Peligro de Derrumbe sea tan dolorosa.
Solo tengo dos quejas. La primera se refiere a las relaciones entre los personajes. Se me hace muy difícil creer que en una ciudad tan grande como Madrid, las nueve personas estén tan relacionadas entre sí, incluso antes de conocerse en la sala de espera. Mi segunda queja tiene que ver con el final. Te da todo tipo de información menos la que realmente quieres.
Para terminar solo me gustaría recomendaros su lectura. Podrá ser dura, pero también aleccionadora. Y un ejemplo de como las crisis nos muestran a las personas como realmente son