Un relato "crudo" y con disfraz de autobiográfico, una juventud, una vez más, al límite de drogas y sexo. Pero sobre todo, una prosa que agranda el detalle de forma monstruosa y crea contrastes cromáticos tan insospechados, tan chirriantes, como sorprendentes. Una narración de la autodestrucción que acaba, más allá del fin del realto, como un reclamo a lo que se dejó escapar o lo que la locura propia llegó a amenazar y hacer vulnerable.
...ContinuaRetomo la literatura nipona con una obra del otro Murakami, el menos conocido y de nombre Ryu. Azul casi Transparente nos sitúa en el Japón de los años 60, un país medio controlado por los Estados Unidos que empieza a abrirse a occidente.
La trama se centra en un grupo de jóvenes que viven cerca de una base americana y que pasan la vida entre juergas, conciertos, orgias sexuales (con varios pasaje bastante explícitos)… en definitiva una vida de desfases en la que se puede observar una buena radiografía, quizá algo exagerada eso si, de esta juventud que busca su identidad en un país que, precisamente, ha perdido su identidad.
El libro está narrado por un jovén de la pandilla de nombre Ryu lo cual unido a que la novela fue escrita cuando Murakami contaba con 24 años hace sospechar que pueda tener ciertas dósis autobiográficas.
En líneas generales el libro no está mal. Me parece que el argumento en principio es interesante, sobre todo teniendo en cuenta la época en que fue escrito y a su vez creo que supera a otras obras de similar temática como Menos que Cero de Brett Easton Ellis debido principalmente a una narrativa mejor estructurada y con mayores recursos. Su punto flojo es que quizá no cuenta gran cosa aparte de los “vicios” de una pandilla de adolescentes, echándose de menos un hilo argumental, un desarrollo algo más sólido que puediera llevar a algún desenlace claro y aceptable.
Así pues lo recomiendo como una lectura rápida y sin demasiadas pretensiones. Quien busque otra cosa puede que se sienta engañado.
...ContinuaEs la primera vez que un libro me hace tener palpitaciones por la angustia de sus últimas páginas.
No recuerdo haber leído antes tanta decadencia junta. Pero tampoco he conocido a nadie que se abra en canal como lo hace Ryu, quien "subía, me arañaba el corazón y el estómago, los pulmones, la garganta, la lengua".
Yo también "deseé un agujero abierto en mí. Quería librarme del olor a keroseno". Y de todo lo demás. Porque "ahora todo es un lío y no tengo la menor idea de lo que piensa ella, es así continuamente, todos los días".
Qué queréis que os diga: que el libro habla de la vida porque hay partes que se me hacían tan desagradables que tenía que parar de leer, pero luego habla de la lluvia, de que esta cura y de un pájaro que estoy segura veré cuando eche de menos.
Soy Ryu porque me dicen " hasta cuando cierras los ojos tratas de ver cosas flotando" y yo pregunto "¿no mirabas la lluvia cuando eras niña?". Y es que a veces también me pasa que "estoy tan asustado que tengo ganas de morirme, de que me mates".
Sólo recomiendo el libro a quien sepa la respuesta de antemano cada vez que me pregunte "¿por qué tiemblas?". Y es que este libro termina con una carta "pero ya es demasiado tarde. El suelo explota y los pies vuelan en el aire, porque la guerra ha comenzado y yo ya no puedo hacer nada, yo no la he empezado, pero antes de que te des cuenta de nada todo son ruinas".
Me entendéis, ¿no? "Pues nada de esto sino todo lo contrario".
...ContinuaTengo entendido que tiene algún premio, ni sé cuál ni falta que me hace después de haber comprobado el resultado...
Personajes sin pizca de atractivo, es más, parecen calcos unos de otros.
Demasiadas descripciones que me recuerdan demasiado a las historias de Borroughs y su infinito afán por las drogas y por estar todo el tiempo colocado.
Y los apartados de sexo...en fín, sin más comentarios al frente, cada cuál que opine lo que sienta después de leerlo...
Todo un viaje brutal sin sentimientos.
Los personajes están encerrados en un laberinto abrupto, surrealista y carente de afectos.
Un juego fatal que para nada es divertido, y que conduce al masivo consumo de drogas, a traspasar todos los límites, y al sexo más explícito que pueda uno imaginarse.
Muy cruda, ruda, humillante y denigrante.
No soy escrupuloso, pero ciertas partes me parecieron demasiado escatológicas.