La dictadura y sus múltiples contrastes: una clase alta totalmente ajena a la realidad del país, represión y muerte en los sectores populares, y frente a todo el horror, el amor que vence hasta los peores obstáculos. Se lee rapídisimo y pese a ser una historia sencilla, la disfruté bastante. Sin embargo, debo decir que la historia romántica me pareció increíblemente cursi, más propia de quinceañeros que de adultos como los protagonistas.
...ContinuaNo soy muy partidaria de Isabel Allende, pero también he de alegar que cuando me decidí a leer sus libros (y sólo unos pocos de ellos) no tenía la madurez mental que se requiere para entenderlos. Ahora, a mis 24 (casi 25) años de edad, he salido de esa burbuja de ilusión (la misma en la que se encontraba la protagonista, Irene)he abierto los ojos, he descubierto parte de un mundo que para mí era desconocido. He viajado por un país autócrata, fijado por los toques de queda y el poder (éste, incluso por encima de la justicia) Excelente obra de Allende, con la que aprendes, te cultivas y saboreas la fortuna que nos rodea y le miedo que palpaba en la antigua España y en el Chile de Pinochet. Bravo.
...ContinuaEsta novela me ha provocado sentimientos encontrados. Me explico.
Se trata sin duda de una novela “menor” de Isabel Allende, correspondiente a su primer periodo, pues la publicó por primera vez en 1984, sólo dos años después de La casa de los espíritus. Su extensión es media, ni muy cortita ni excesivamente extensa, pero le faltan infinidad de matices, según mi humilde modo de ver.
De amor y de sombra nos recrea la vida de tres familias que ven entrelazados sus destinos sin poder remediarlo. Por un lado, tenemos a la familia de la protagonista femenina, Irene Alcántara y a su férrea y egocéntrica madre, Beatriz Alcántara de Beltrán, acomodada señora abandonada por su marido y sumida en una vida de lujos y miseria donde ha perdido toda perspectiva de su realidad familiar y social.
Por otro, la entrañable familia del protagonista masculino, Francisco Leal, compuesta por sus otros dos hermanos, José y Javier, su madre, Hilda, y su padre, El Profesor Leal, un matrimonio de inmigrantes españoles de los años de la Guerra Civil.
Y, para finalizar, los Ranquileo, una familia numerosa que sufre gran escasez y con un rasgo muy especial: la benjamina, Evangelina, es una niña diferente a la que le suceden cosas diferentes. Y no digo más…
Irene es periodista y Francisco trabaja con ella como fotógrafo, acompañándola en cada reportaje. Es precisamente cuando van a casa de los Ranquileo para conocer a Evangelina y sus extraños poderes, cuando se inauguran los lazos afectivos con esta familia y también cuando surge entre ellos la chispa del amor.
A partir de aquí, la historia no depara grandes sorpresas ni giros inesperados. Los temas principales de la novela son dos. El principal y más evidente es el de la represión, la falta de justicia, abuso de poder y ausencia de toda forma de libertad que se sufre en una dictadura. Y, de soslayo, una historia de amor, bastante flojilla para tratarse de Allende, entre los dos protagonistas.
También aparecen otros temas secundarios, pero que afectan a la trama argumentativa, como el amor incestuoso, el suicidio y la religión.
La historia está bien, y tiene en muchas ocasiones el encanto mágico de la escritora. Pero, sinceramente, me esperaba más. He encontrado mucha más “sombra” que “amor”, sintiéndome a veces fatal en algunos fragmentos. En algunos he reído y en otros he reconocido la inconfundible marca de Isabel Allende. Pero el balance no es muy positivo, la verdad. No sabría explicar muy bien por qué, pero me ha decepcionado.
Lo mejor de la novela ha sido la familia Leal, emigrantes españoles; en especial el patriarca, el Profesor Leal, entrañable, magnífico. Al igual que su hijo Francisco, nuestro protagonista, al que se le podía haber sacado mucho más partido. También me ha gustado mucho el tratamiento que se da a las personas que a lo largo de la historia se han tenido que marchar al exilio y abandonar su casa, su patria por motivos políticos.
Lo peor de la novela, sin duda, lo poco que profundiza en detalles: me hubiera gustado saber mucho más de los personajes principales, de sus vidas, de sus caracteres. Hay datos que faltan, sin ir más lejos no he podido situarme geográficamente en toda la novela, ya que nunca se especifica dónde acontecen los hechos (¿Chile, Perú, Argentina…?) Esto tiene, también, una doble lectura, pues al tratarse de hechos que han sucedido, desgraciadamente, en tantas partes del mundo, y en especial de América Latina, es un canto al recuerdo de esa pobre gente hundida en la miseria y la desesperación de tener que abandonar a su familia, sus amigos y conocidos…; un homenaje a los que tuvieron (y tienen) que dejar todo atrás sin el consuelo de saber si algún día volverán.
Un detalle que, sin embargo, me ha gustado mucho de este libro, es la selección de tres frases que aparecen al comienzo de cada una de las tres partes en que se divide el libro:
- Primera Parte “Otra primavera”: Solo el amor con su ciencia nos vuelve tan inocentes (Violeta Parra).
- Segunda Parte “Las sombras”: La tierra tibia aún guarda los últimos secretos (Vicente Huidobro).
- Tercera Parte “Dulce patria”: Yo viajo con nuestro territorio y siguen viviendo conmigo, allá lejos, las esencias longitudinales de mi patria (Pablo Neruda).
Me sabe mal valorar tan escasamente un libro de Isabel Allende (dos estrellitas huerfanitas), pero me queda el consuelo del resto de su obra.
...ContinuaUN libro que cuenta una fantástica historia de amor. Aparentemente parece un plastón de amorío, pero la verdad que me resultó un libro ameno para leer. Una gran obra!!!