Una lectura interesante como aproximación histórica a la época y lugar en la que se desarrolla el relato pero un poco decepcionante como novela, ya que viene a ser más bien un ensayo histórico con descripciones a veces demasiado prolijas de batallas, hechos y personajes. Curiosamente, se dibujan mejor los caracteres psicológicos de los personajes secundarios (los emperadores Justiniano y Teodora, o la esposa de Belisario, Antonina) que el del propio protagonista, que se presenta como una figura distante y monolítica, de modo que uno termina la lectura con la sensación de no haber llegado al fondo del personaje. Sin duda lo mejor del libro es la primera parte, que narra la infancia y juventud de Belisario con agilidad, frescura y toques de humor.
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