Provocador e irreverente. El autor de esta cosa, antiguo “negro” de supuestos escritores y curtido en la prensa amarilla de Alemania se ha propuesto tocar la fibra sensible atreviéndose con un tabú. Hacer comedia con Hitler, pero no riéndose de él, como hizo Chaplin, sino CON él.
De paso no deja títere con cabeza en la sociedad alemana actual, se mete, con nombres y apellidos reales, con todos los políticos (Merkel a la cabeza) y personajes mediáticos alemanes.
La trama es surrealista, es la primavera de 2011. Adolf Hitler despierta en un descampado en el centro de Berlín. No hay símbolos nazis, reina la paz, las calles están invadidas por extranjeros, y Alemania está gobernada por una mujer rechoncha que hace lo que quiere en Europa. Sesenta y seis años después de su caída, el resucitado Hitler triunfa en la televisión como perfecto imitador del Führer, un cómico genial. Pero él no bromea en absoluto. La fama es la plataforma perfecta para retomar su carrera política.
Narrada en primera persona por el propio Hitler nos pretende demostrar como hoy en día, utilizando la tele basura , Internet y a un tipo con carisma, las ideas nazis pueden volver a ser bien recibidas casi sin darnos cuenta.
El libro es interesante, pero tiene un grave defecto, está escrito por un Alemán para un público Alemán. El que no conozca bien la sociedad alemana actual se va a perder con nombres que no le suenan y con situaciones que no controla.
El autor quería escandalizar a un país que considera tabú su pasado y lo ha conseguido, pero el resto de los mortales no le acabamos de encontrar la gracia a la mayoría de los chistes que cuenta aunque en mi caso, me gusta la irreverencia y la falta de vergüenza de este escritor.