La segunda parte de las aventuras de Alatriste, Limpieza de Sangre, mantiene mucho la línea de la primera, aunque quizás con menos partes idealizadas positivamente (se nota que la hija ya no participa en la escritura). La trama avanza más que en la primera parte, y se mantienen muchos de los personajes y situaciones, de modo que realmente se siente como una continuación muy directa de lo ocurrido anteriormente. El estilo sigue siendo una prosa sencilla y fluida, que narra con buen estilo e ironía esos últimos años de esplendor del Imperio Español, tan herido de muerte. En resumen, es una novela ligera, que mantiene muy bien el interés del lector.
...ContinuaArturo Pérez-Reverte ha vuelto a hacerlo, de nuevo ha pintado las paredes de mi casa con los decorados del Madrid y la España de los Austrias, y de la mano del Capitán Alatriste he recorrido sus calles, he pasado rato en la Taberna del Turco y he conocido de cerca las "gracias" de la Inquisición y aquello que se llamó "limpieza de sangre". El entretenimiento asegurado y la clase de historia a la chita callando. Y nuestro querido Íñigo Balboa que, a parte de ser el protegido de Don Diego en la ficción, es, en realidad, la voz del mismo Pérez-Reverte para meter sus pullas y repartir leña, ya no sólo a aquella España de Felipe IV, si no a la actual, esta España nuestra que parece no haber aprendido de los errores del pasado.
Hasta la tercera entrega.
Segunda entrega de las aventuras del capitán Alatriste. A mi entender mejor que la primera en muchos aspectos. Es una historia corta, poco compleja, pero no por ello menos profunda y entretenida. Lo mejor cuando uno lee a Reverte es dejarse llevar a una España que, a pesar de los siglos que nos separan, sigue siendo muy parecida a la actual. Especialmente si hablamos de ese pésimo gusto que tenemos los españoles de dejarnos gobernar por ineptos.
En este caso Alatriste e Iñigo se ven envueltos en un trabajo en que una familia desea limpiar su nombre, pues les acusan de tener antepasados judíos. Si metemos a la Inquisición de por medio ya puede uno imaginarse el panorama. Si añadimos a Malatesta haciendo de las suyas, tenemos una novela edificante y entretenida.
No está mal. Lo coloco en la línea del primero, es como su continuación, como si fuera un libro en dos tomos.
No son muchas páginas y debido a eso y al tipo de escritura, se hace bastante fácil de leer. La definiría como una narrativa un tanto descarada.
Recomendable.