... es lo que menos te imaginas cuando eres un chico listo de 16 años que vive en un barrio residencial de Londres ansiando que todo empiece de verdad.
Es un libro genial, sobre dos adolescentes obsesionados con el francés y el arte, que viven en Metroland (en la Metropolitan Line) en Londres en los años 60. El protagonista, Chris, se larga a París durante el 68, regresa y al final se convierte en adulto.
Es el primer libro del autor, Julian Barnes, un famoso escritor británico, y también el primero que leo yo. Lo recomiendo bastante. Es afilado, ingenioso, ágil y agudo. Un épat :P
...ContinuaMetrolandia es la primera novela de este escritor, y fue llevada al cine con Emily Watson y Christian Bale como protagonistas, lo que supongo favoreció la edición que tengo, que luce un fotograma de la peli en la portada. Se trata de una novela en tres partes, donde se narra la evolución de dos amigos desde una adolescencia
airada (basada en modelos rebeldemente rimbaudianos, y como una
representación de los angry young men de la Inglaterra de los sesenta y setenta), a una primera juventud (segundo capítulo, ambientado en el Paris del 68) y llegada a la treintena con una separación definitiva de las vidas de ambos. Está escrita en primera persona, y su personaje principal pasa de ser un rebelde artista -a ratos parece esto una vuelta al retrato del artista adolescente, pero con una evolución de las represiones que sentía
Joyce- a un hombre que se encuentra sorprendentemente con que la burguesía (el amor, el matrimonio, la paternidad, el dinero) pueden dar la felicidad y encima sin remordimientos (o casi). La novela tiene grandes hallazgos, sobre todo en su primera parte centrada en la adolescencia, gran capacidad de observación y un excelente sentido del humor, muy intelectual, eso sí (aunque tomándose a chufla esa intelectualidad). De tal modo que aquellos
que conozcan la obra de Rimbaud, entiendan el 'j'est un autre', y hayan navegado por las aguas del spleen de Baudelaire podrán disfrutarla mucho más. Lo peor tal vez sean esos secundarios algo tópicos en que veo que Barnes suele caer con cierta brocha gorda, algo que ya me pareció así en la otra novela suya que he leído, Inglaterra, Inglaterra. Metrolandia es cortita y se lee en un santiamén.