Voy a intentar ser justa en mi valoración, con lo primero (y probablemente último) que he leído de Julio Cortazar.
Hay que elogiar la forma de escribir del autor. Tiene una prosa hipnótica, aunque lenta y sobre todo cautivadora. Además de agradecerle esa estructura novelesca tan original, que te recuerda a los libros de "construye tu propia aventura" que devorábamos cuando éramos pequeños.
Sin embargo, no puedo dejar de tener la sensación, de que esta novela solo está hecha para satisfacer el enorme ego del autor. Casi puedes sentir la arrogancia y pedantería con la que, Cortazar, "castiga" al lector. Todo esto, unido a una presentación, insufriblemente caótica, hace que la novela (antinovela, más bien) en conjunto te resulte un tostón.
El libro está divido en dos partes. La primera cuenta la historia general del libro, mientras que en la segunda están los escritos prescindibles, según el autor, aunque por mi experiencia ayudan a entender la historia principal. La historia general, es un bodrio entre filosófico, metafísico y corporal, en el que aparecen una serie de personajes nefastos, poco perfilados y con una marcada tendencia a la reflexión vacía y estéril. Los relatos "`prescindibles" son un cúmulo de historias complementarias, extractos de artículos, libros, citas, etc. y las reflexiones de Morelli, detrás del que se esconde el propio Cortazar, para tratar de explicar la creación y el sentido (si es que lo tiene) de este libro.
Y es curioso, porque al principio el libro me pareció un tormento (que lo es, en ciertas partes), pero luego me acostumbre al ritmo y a la narración y, al final, aunque en general no me ha gustado, me ha dejado un buen sabor de boca. Es difícil de entender, pero no es tan complicado de leer y, al terminarlo, cuesta mucho desengancharse.
No lo volveré a leer, ni se lo recomendaría a nadie (no odio tanto a la humanidad), pero también os diré que Rayuela, es el libro que todo cultureta literario que se precie, os dirá haber leído, aunque probablemente no sea cierto.
...ContinuaRayuela no es un libro. Es una puerta a un mundo de personajes que entran a formar parte de tu vida al empezar a leer.
Terminando la sexta re-lectura de Rayuela, me enamoro cada vez más. <3
Quien diga que es un libro pesado es porque tiene la mente pesada. He dicho.
Es mi libro favorito, ha sido y, augurio, será mi libro de bolsillo por unos buenos años más.
Es uno de esos libros que o bien entusiasman o producen rechazo.
En su día fue toda una audacia por su técnica, su complejidad estilística, y su singular composición; ya que te permite seguir de una forma un tanto arbitraria sus pasajes.
Pero aparte de este laberíntico juego experimental, está la hondura desgarradora de sus personajes, y una curiosa historia de ansiedades y de dependencias.
Considerada por muchos una obra maestra, para mí fue un reto interesante por su lenguaje, su ingenio, y sus renovadas formas.
Cortazar merece estar, sin duda, entre los más grandes.
Tenía a Rayuela en mi lista de pendientes hace mucho tiempo, pero no en esa lista que tengo escrita, sino en la otra, en la lista que tengo en mi cabeza con esos libros pendientes que sé que quiero leer y que no voy a olvidarme de ellos. Pero no me atrevía a leerlo porque en numerosas críticas, reseñas y comentarios se la define como una novela muy complicada, difícil de entender, a pesar de todos los elogios que recibe (merecidos). Este año se cumple el 50 aniversario de su publicación, y han sido, y siguen siendo, numerosos los artículos que se han publicado y se están publicado no sólo sobre la novela, sino también sobre Cortázar. He leído muchos de ellos y hace un par de meses en una librería de Madrid me decidí a comprarlo y leerlo. Empecé, y sólo puedo decir que desde la primera línea quedé completamente cautivada, fascinada.
Es cierto que tras leer un poco, solamente algunas páginas, de la introducción (editorial Cátedra), empecé con un poco de miedo, pensando que no iba a entender nada, pero me equivoqué. A mí realmente no me ha parecido un libro complicado. Sí es cierto que hay momentos en los que te pierdes un poco, sobre todo en algunas conversaciones y reflexiones de Oliveira y su círculo, pero de resto no hay nada que cualquier persona no pueda entender. Es una historia sencilla, pero contada de tal forma que te atrapa, parece que tú mismo estás viviendo todas y cada una de las cosas que aparecen a lo largo de la novela. Una novela con muchos elementos poéticos. La historia de Oliveira y La Maga es una de esas historias que se graban a fuego, que no se te olvidan y que vuelven a ti de vez en cuando.
Realmente merece la pena leer Rayuela. Merece la pena conocer a Cortázar y su forma particular de escribir. Rayuela es una obra maestra, y como tal, desde mi punto de vista, es una obra para disfrutar, para recrearse en las palabras que usa, en el ritmo narrativo y en la poesía, porque Rayuela también es poesía. No es un libro para leer en dos días, es un libro para disfrutar, y por supuesto es un libro para volver a leer. Un libro que se lee con una libreta al lado porque es imposible no apuntar alguna frase, algún párrafo e incluso alguna página.