La autobiografía ficticia de Claudio se lee de forma muy amena, con un lenguaje directo y amigable. La forma de contar la historia, como si fuera una autobiografía escondida para que se leyera en el futuro es muy interesante pues se permite la licencia de entrar en detalles de la historia seguramente inventados pero que concuerdan en lo básico con el relato histórico.
Como valor divulgativo es acertado pues te incita a revisar la biografía de los primeros emperadores romanos para ver si realmente ocurre lo que se cuenta en la historia. Hay relatos y confidencias verdaderamente impresionantes.
Como nota negativa quizás la visión que se tiene de ciertos personajes históricos es hija de su tiempo (el libro ya posee bastantes años) y recientemente se han revisado algunos de los personajes que salen peor parados pues en su momento tuvieron muchos enemigos.
De lo que más me ha gustado del libro es que respira Roma y es verdaderamente fascinante ver el modo de vivir la vida que tenían en ese momento.
Sobre el ritmo, pausado al principio permitiendo saborear el reinado de Augusto y quizás dandole un aspecto demasiado benévolo dado el personaje que fue. Más adelante el ritmo se precipita con Tiberio, cuyo personaje se describe de la forma más desagradable posible cuando fue un emperador que mantuvo muy bien el orden. Finalmente Caligula es el peor retratado, no tan solo por como se le describe sino por ser un sinfín de escenas sin conexión unas con otras, de anécdotas inconexas que desvirtúan el buen trabajo del la parte anterior del libro. Para mi lo peor.
Y me quedo un personaje que desconocía y que me ha cautivado por su forma de mantenerse en el poder a costa de lo que sea, manteniendo su visión del imperio desde el inicio: Livia
...ContinuaEn esta "autobiografía", Claudio nos cuenta su vida, una infancia marcada por el desprecio y la infravaloración de su familia, su pasión por la historia del Imperio Romano, sus estrategias de supervivencia y por último su ascensión al trono después de la muerte de su sobrino Calígula. En esta especie de diario, Claudio va desgranando con una inteligencia vivaz y unos portentosos dotes de observación, las luchas de poder entre miembros de su propia familia y aprenderá a esquivar y/o resolver las distintas intrigas de la corte, mientras describe diversos ritos y costumbres del la vida en el Imperio. En resumen, es un libro muy ameno y entretenido, magníficamente bien escrito y documentado, con unos personajes bien construidos y desarrollados.
...Continua(Extracto de la reseña completa publicada en mi blog: http://cosasmiasjc.blogspot.com/2014/07/libros-yo-claudio-robert-graves-1934.html)
Aunque casi sea empezar por el final, explicaré el encabezamiento de esta crítica: considero que “Yo, Claudio” es una magnífica novela histórica, bien escrita, bien documentada, y de gran calidad en general; pero también creo que es un libro que podrá resultar a ratos aburrido para el lector no excesivamente afín al género. Luego daré más detalles.
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En resumen, un buen libro, sin ninguna duda, una gran novela histórica que además fue pionera en el género (¡se escribió en 1934, y hoy sigue pareciendo moderna!), pero que no es un libro que destaque por una lectura ágil y amena. No lo califico de aburrido en absoluto, el texto fluye bien y tiene toques de ironía y humor, pero si alguien espera cierta tensión o aventuras, puede olvidarse. Es un relato histórico contado con amenidad, pero relato histórico al fin y al cabo. Si sabiendo esto os atrae, adelante: no os sentiréis defraudados.
Confieso que el mundo romano no es de mi especial interés, pero esta obra te deja con ganas de más (menos mal que hay segunda parte). Amena, interesante, documentada... Graves en estado puro, inmejorable.
Siempre que leo el retrato de un superviviente en una época convulsa pienso en esta frase de "Memorias de una geisha", no recuerdo si estaba en el libro o no pero sí aparece en la película.
En este libro se puede leer el retrato de un superviviente, Claudio; a su familia y a Roma. Como observador, ya que su familia le condenó al ostracismo, ofrece un relato (yo creo que bastante objetivo) del paso del Imperio romano por las manos de Augusto y Livia, Tiberio y Calígula.
Esa marginación que sufrió le benefició durante el mandato de los dos primeros y en el caso de Calígula, supo enfrentarse a un loco intentando pasar, si ya de por sí estaba apartado, lo más desapercibido posible -"Un tío agudo el Claudio"
Finalmente, como todos sabemos, es problamado emperador. Aquí termina "Yo, Claudio". Tras él han corrido cantidades ingentes de sangre y envenenanimientos pues cada vez que se narran defunciones siempre son en números redondos; cientos y miles. Roma parece más un matadero que la capital de un Imperio.
Es cierto que a veces pierdes un poco el hilo entre tanto asesinato y tienes que ir a la parte final del libro donde encuentras el arbol genealógico de la familia Claudia para ver de quién es hijo o con quién está casado cualquiera de los posibles herederos de Augusto (Lo que es una maldición).
Sin duda es un fresco de la época que han recomendado un montón de lectores aunque yo hubiera preferido algo más novelado. Sin embargo, como bien dice Claudio referente a los buenos historiadores; no recrea conversaciones de las que únicamente se conoce la esencia, por lo que pasan los hechos históricos uno tras otro.
Sin duda, la narración del mandato de Calígula pone los pelos de punta.
...Continua