Sara, la única cartera del pueblo, nació y vive allí con sus tres hijos pequeños. Comparte muchas horas con su vecina Rosa, una mujer de ochenta años que estaría dispuesta a cualquier cosa por evitarle sufrimientos a Sara y a los niños.
Pero ¿qué puede hacer una anciana para impedir que las vidas de las personas que más quiere se vean trastornadas? Pues algo tan pequeño como escribir una carta, una que tiene guardada en su corazón desde hace sesenta años...